El pasado dia 4 de junio del año 2000, los nacionalistas vascos de ETA han vuelto a actuar asesinando esta vez a otro representante del pueblo de Euskadi cuando paseaba por Durango, su pueblo.
En esta ocasión han quitado la vida a Jesús Maria Pedrosa Urkiza, un valiente concejal de Durango (Vizcaya), por negarse a ser nacionalista vasco y manifestar públicamente que él nunca se iria de su tierra. Parece que él ya intuia la posibilidad de ser asesinado, ya que en una entrevista en la que le preguntaban si temia posibles acciones de los nacionalistas contra él, manifestó que «no sabia si iria al cielo o al infierno, pero estaba seguro que donde fuese, se iria desde Durango».
Este hombre era un simple politico de pueblo y elegido por el pueblo, pero con unas clarisimas ideas democraticas en las que no cabia la violencia ni el fascismo, y por ese motivo los terroristas nacionalistas de ETA decidieron que no podia seguir viviendo
Lógicamente ETA y sus mas o menos hipócritas socios politicos estaran plenos de satisfacción porque ya hay un vasco menos de esos que se atreven a exponer sus ideas integradoras y democraticas, un vasco menos de esos que no estan de acuerdo con los que creen que el factor RH de la sangre es determinante en la «construcción nacional vasca», y un vasco menos, en fin, de esos que no tienen en cuenta la pureza de la raza para saber si de verdad pertenecen o no a un pueblo.
Viendo esta fotografia me estoy preguntando: ¿Notara el señor Arzallus alguna diferencia entre su sangre, circulando a buen recaudo, y la sangre roja que se escapa del cuerpo de este concejal?.
Los servicios médicos de urgencia trataron de reanimar al concejal pero no lo consiguieron, porque lo cierto es que es absolutamente imposible reanimar a nadie que haya recibido un disparo en la nuca.
El loco asesino, animado por el fascismo nacionalista vasco, se hizo acompañar de otros dos igual de locos y asesinos que él, y tras acercarse por la espalda al concejal, que en ese momento iba paseando por su pueblo, le disparó en la nuca. ¡Qué magnifico acto de valentia!, asesinar por la espalda a un hombre indefenso que lo único que hacia era exponer sus opiniones en el Ayuntamiento siguiendo las reglas democraticas. ¡Qué extraordinario acto heroico!, disparar contra la nuca de un hombre por manifestar un modo de pensar diferente…
Triste destino el de los hombres que pretenden «construir» una nación sobre los cadaveres asesinados de sus adversarios politicos
Este individuo que puede verse en la fotografia de la izquierda es Joseba Permach, un dirigente de Euskal Herritarrok (partido politico vasco por el que ETA se siente representada). Este partido politico jamas ha condenado un atentado de ETA, ni siquiera las numerosas veces que se han equivocado de victima. Son varios los miembros de ETA que después de cumplir sus condenas se han alistado en este partido, y muchos son los etarras que, tras su detención, se descubre que eran diputados o concejales de Euskal Herritarrok.
En España todos estamos convencidos de que Euskal Herritarrok y ETA son la misma cosa, y esta imagen asi parece demostrarlo una vez mas.
Mientras el cadaver ensangrentado del concejal de Durango estaba tirado en la calle, este individuo de la fotografia -Joseba Permach, quédense bien con su cara- no dudó en participar en un acto de ensalzamiento y honor de la etarra Ignacia Ceberio, que murió en junio del año 1998 cuando se enfrentaba a tiros contra la Ertzaintza. Estoy convencido de que Euskal Herritarrok y ETA consideraron adecuado para sus intereses que este acto se realizase al mismo tiempo que el asesinato del concejal, y supongo que el motivo de esta coincidencia es una especie de advertencia al mundo democratico; me imagino que mas o menos han querido decir algo asi como «NOSOTROS MATAMOS MíS», o quiza han pretendido animar a mocosos desarraigados con un «íNIMO, MATAD PARA NOSOTROS, Y SI MORíS OS ENSALZAREMOS».
Asi es el despreciable mundo que rodea a ETA, y con esta gentuza es con la que se sientan los politicos del Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna para conversar amigablemente de su «construcción nacional». Esta es la gentuza con la que Arzallus pacta para poder gobernar en Euskadi contra mas de la mitad de los vascos. Y ésta seria la gentuza que contrataria o asesinaria a Arzallus en el delirante e imposible caso de que Euskadi se hicise independiente.
A veces no estoy seguro de quién es mas despreciable si el malvado que sabe que lo es y lo reconoce, o el malvado que pretende aparentar que no lo es.
Matar es despreciable, y cualquier cultura lo rechaza.
Matar por la espalda es mas despreciable aún.
Si, ademas, la persona asesinada no tiene armas ni, lógicamente, intención de utilizarlas, lo despreciable se multiplica.
Y si se asesina a la persona por ser un representante politico elegido por el pueblo, casi no hay palabras para describir esa mezquindad, esa ruindad, esa vileza…
Llegados a este punto quiza alguien piense que es imposible que la infamia pueda ser superada, ¿verdad?. Pues no. Si puede ser superada. Claro que puede ser superada; los nacionalistas de ETA lo han conseguido
En la fotografia esta la familia de Jesús Maria, el concejal asesinado, integrando una de las muchas manifestaciones populares que se han desarrollado contra ETA en todo el Pais Vasco. En sus rostros puede verse el sufrimiento de haber perdido a un ser muy querido, pero aparte de este sufrimiento, que injustamente tienen que padecer, también hay otro muy profundo y muy ultrajante. Desde el momento en que Jesús Maria cayó asesinado, esta familia ha tenido que soportar muchas llamadas telefónicas de nacionalistas de ETA que querian mostrar su regocijo por el dolor la esposa y los hijos de Jesús Maria. En esa llamadas le insultaban con las palabras mas soeces mientras disfrutaban del sufrimiento de la familia del concejal…