ETA ha finalizado a tiros la campaña electoral. A sólo dos dias del 9M, un terrorista ha asesinado al ex concejal del PSE Isaias Carrasco cuando salia del portal de su vivienda en Mondragón-Arrasate (Guipúzcoa).
El atentado se produjo hacia las 13.30 horas a la altura del número 6 de la calle Navas de Tolosa, en el barrio de San Andrés.
El etarra, que al parecer llevaba una barba postiza, realizó cinco disparos contra Carrasco «”uno en la cabeza, otro en el cuello, dos en el abdomen y un quinto en el brazo»” cuando éste acababa de subirse a su coche para ir a trabajar.
El ex edil, de 43 años y sin escolta por decisión propia, ingresó inconsciente en el Hospital de Mondragón, los médicos certificaran su fallecimiento a las 14.40 horas.
La mujer de Carrasco, Maria íngeles, y su hija mayor, Sandra, oyeron el tiroteo y salieron de la casa. Su mujer, lo abrazaba mientras su hija intentaba auxiliarlo entre gritos de «¡Asesinos, asesinos!».
Los ex concejales socialistas estan obligados a mantener la protección personal después de los comicios, algo que ocurrió en este caso, pero a partir de los seis o siete meses posteriores pueden renunciar de forma voluntaria. Carrasco comunicó esta decisión a las autoridades a finales del año pasado.
El fallecido, que trabajaba en una empresa pública, se presentó en el sexto puesto de las listas electorales del PSE en las elecciones municipales de 2007. Salieron elegidos cuatro concejales del PSE y el Gobierno municipal quedó en manos de ANV, con Inocencia Galparsoro Markaide como alcaldesa.
El último asesinato de ETA fue el de dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton. Los agentes fallecidos fueron Raúl Centeno Bayón, de 24 años, y Fernando Trapero Blazquez, de 23, que murió tras permanecer unos dias en el hospital.
Con la tregua aún vigente, el 30 de diciembre de 2006, la banda terrorista mató a los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio en la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas.
La última vez que ETA asesinó a un concejal socialista fue en marzo de 2002. La victima fue Juan Priede Pérez, entonces el único concejal socialista en Orio (Guipúzcoa)