El 29 de abril de 1979, el guardia civil Juan Antonio Diaz Roman, natural de la ciudad de Melilla, de 28 años de edad, casado y padre de tres hijos de corta edad, Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX). Fue alcanzado de pleno por la onda expansiva de un artefacto explosivo (dos kilos de goma 2), colocado en el primer piso de un bloque de viviendas en construcción, en la calle Olakua de la localidad de Oñate (Guipúzcoa).
Cuando el propietario del inmueble a media tarde del domingo, procedia a enseñar la vivienda a unos familiares procedentes de Vitoria, encontró un cartel en el que se leia: Ojo, no pisar artefacto explosivo ETA.
Inmediatamente informó a la Guardia Civil. Trasladados al lugar de los hechos un equipo de Técnicos Especialistas enn Desactivación de Explosivos de la Guardioa Civil, tras comprobar la veracidad de dicho aviso; trataron inútilmente desactivar a distancia dicha carga.
Juan Antonio, opto entonces por intentar neutralizarla manualmente, en el preciso momento que la manipulaba, una y cuarto de la madrugada, se activo destrozando el cuerpo del guardia givil, que fue trasladado al Hospital Militar de San Sebastian, en él quedó instalada la capilla ardiente. Posteriormente sus restos mortales fueron trasladados a Melilla, su ciudad natal.