Los guardias civiles Alfredo Diaz Marcos, natural de la localidad de Fermoselle en la provincia de Zamora, de 25 años de edad, casado y padre de un hijo; Antonio Marin Gamero; José Antonio Martinez Pérez Castillo; José Gómez Martiñan; José Gómez Trillo y Victorino Villamor Gonzalez; fallecen a consecuencia de las heridas sufridas en el atentado efectuado por un comando de la banda terrorista ETA, contra dos Land-Rover de la Guardia Civil, a primeras horas de la mañana del viernes 1 de febrero de 1980.
Hacia las siete y media de la mañana del indicado dia salian de la fabrica Esperanza y Compañia, enclavada en la localidad de Marquina (ílava) dos vehiculos de la mencionada empresa, uno ocupado por técnicos y otro cargado de armamento, con el propósito de dirigirse a la playa de Laga para efectuar pruebas con unos morteros y granadas.
Escoltados por dos Lan Rover de la Guardia Civil, con tres agentes cada uno (tres del Cuartel de Lequeitio y tres del Cuartel de Ondarroa). Tras sobrepasar la población vizcaina de Ispaster, y ya superada la mitad del trayecto, sobre las ocho y cuarto de la mañana, el convoy (furgón con técnicos, Lan Rover de la Guardia Civil, tras éste, Lan Rover con armamento, y, finalmente, el otro Lan Rover de la Guardia Civil) comenzó a cubrir un pequeño tramo de curvas y espesa vegetación.
En ese punto, y desde un pequeño desmonte, varios individuos (al menos seis) arrojaron, a la carretera un artefacto explosivo al tiempo que abrieron intenso fuego cruzado de fusil (tipo CETME) contra los vehiculos oficiales, que alcanzados por mas de medio centenar de impactos cada uno, quedaron parados a orillas de la carretera, distanciados entre si unos cuarenta metros aproximadamente.
Instantes después, los miembros del comando, abrieron sus puertas y arrojaron en su interior granadas de mano. En dicho atentado también fallecieron dos miembros del comando etarra, a quienes les estallo por descuido, una de las granadas en el momento que la depositaban en el interior de uno de los vehiculos: Gregorio Olavaria Bengoa y Xavier Gorritxategui Agote. Logrando huir entre otros José Luis Ansola Larrañaga conocido con el sobrenombre de «Peio el Viejo».
