Bombas contra las patrullas de las FF y CC de Seguridad

En una ofensiva de bombas lanzada por ETA contra las patrullas urbanas y rurales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se registran cuatro atentados con explosivos en Vizcaya y Guipúzcoa.

El primero de ellos a las dos horas y cuarenta minutos del sabado 28 de junio de 1986, en la calle de Cortes de Bilbao, al paso de dos coches de la Policia Nacional. Los agentes salvaron sus vidas gracias a la precipitación del comando, que accionó el dispositivo de una potentisima bomba de 25 kilogramos de goma 2 y 30 mas de metralla, depositada en un contenedor metalico, camuflada entre los cascotes y material de desecho, momentos antes de que el primer coche policial se situara a la altura del contenedor.

La explosión, desconcho las paredes de los edificios inmediatos y rompio los cristales de mazanas enteras hasta el quinto piso. Los tornillos dispuestos a actuar como metralla, perforaron las persianas metalicas de garajes, ocasionando desperfectos en vehiculos. Cuatro policias y un transeunte, resultaron heridos leves.

Jose Carlos Marrero Sanabria
Jose Carlos Marrero Sanabria

El segundo, llevado a cabo sobre las siete horas y cinco minutos, en el Alto de Orio, en la carretera de la costa guipuzcoana, que une Orio con Zarauz. Un artefacto, colocado en un talud de la carretera, estalló al paso de un vehiculo de la Guardia Civil, causando heridas leves al agente Juan Luis Jiménez Barba, natural de Barcelona, de 21 años de edad.

El tercero, a las ocho horas y treinta minutos, a cuatro kilómetros de ese lugar, en el alto de Megas muy cerca de la localidad guipuzcoana de Zarauz, un comando apostado estratégicamente, acciona a distancia un artefacto explosivo de considerable potencia, colocado en un talud, en una curva, ante un precipicio (con evidente animo de provocar la caida), al paso de un vehiculo oficial de la Guardia Civil, en el que viajaban siete Guardias miembros del GAR (Grupo Antiterrorista Rural).

El del Guardia Civil Francisco Muriel Muñoz, natural de la localidad de Archidona (Malaga), de estado soltero y de 30 años de edad; falleció practicamente en el acto. Los cuerpos de sus compañeros quedaron doblados sobre el amasijo de chatarra en que quedo convertido el vehiculo oficial, excepto el de uno, que salió despedido para caer a varios metros.

Todos ellos fueron trasladados al Hospital de la Cruz Roja de San Sebastian. José Carlos Marrero Sanabria, natural de Las Palmas de Gran Canaria, de 28 años de edad, que sufrió insuficiencia respiratoria y shock traumatico con lesión cerebral. Estas secuelas determinaron su ingreso en un centro psiquiatrico, donde falleceria el 10 de enero de 1988. José Maria Baltasar Gil, natural de Algeciras (Cadiz), de 26 años de edad; Manuel íngel Arenal Linares, natural de Marbella (Malaga), de 21 años de edad; Ramón Perona Sanchez, natural de Montiel (Ciudad Real), de 21 años de edad; Luis Pérez Bao, natural de San Martin de Valdeiglesias (Madrid), de 24 años de edad y Juan Carlos Carballo Gañan, natural de Olivenza (Badajoz), de 23 años de edad.

El cuarto atentado, ocurrio a unos metros del anterior, y un cuarto de hora mas tarde; cuando efectivos de la Guardia civil restreaban el terreno, en las inmediaciones del atentado. Resultando varios Guardias Civiles con perforación timpanica.

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