Minutos antes de las once de la mañana del martes 14 de julio de 1987, cuatro vehiculos semiblindados de la Guardia Civil acababan de abandonar Oñate dirigiéndose a Legazpia por una carretera vecinal.
En el momento en que el convoy, tras pasar un pequeño puente, tomó una curva y, por tanto, tuvo que aminorar la velocidad, hizo explosión un artefacto (veinte kilos de explosivos y 10 kilos de tornilleria), colocado en el interior de una olla en el lateral derecho de la carretera.
La onda explosiva alcanzó de lleno al vehiculo que abria el convoy, que salió despedido a unos quince metros quedando volcado en un prado en dirección opuesta a la que circulaban. Don Antonio López Colmenero y don Pedro Galnares Barrera, Guardia Civil, natural de Potes (Asturias), de 26 años de edad, fallecen en el acto. Uno de ellos fue desplazado fuera del vehiculo, mientras que el otro quedó atrapado en el asiento del copiloto y los bomberos tuvieron que romper el blindaje para sacarlo.
os otros dos agentes que viajaban en el mismo vehiculo resultaron heridos de gravedad. Antonio Grande Lozano, natural de León, de 33 años de edad, soltero y don Andrés Castillejo Martin, natural de la localidad de Villanueva del Rey (Córdoba), de 32 años de edad, casado y con una hija. Ambos fueron trasladados al Hospital de Mondragón y posteriormente al Hospital de Santiago Apóstol de Vitoria.
Los demas miembros de la Patrulla que circulaban en los otros tres vehiculos del comboy, fueron reconocidos en los momentos posteriores al atentado por el Servicio Médico de la Comandancia de Guipúzcoa, apreciandoseles dolencias leves como Blast Unjury en oidos.