Todavía resuenan en los oídos de muchos los gritos de angustia producidos por los heridos en las ramblas de Barcelona y seguimos sintiendo la pena por los fallecidos.
Quiero felicitar desde estas lineas a los compañeros de los Mossos d’ Escuadra, de la Guardia Urbana y a los compañeros de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía por su magnifico trabajo tras este atentado.
Otra ciudad española ha sufrido el mazazo del terrorismo, desde el 30 de julio de 2009 no se producía ningún atentado en territorio español, en aquella ocasión con el resultado de dos Guardias Civiles fallecidos.
El atentado de Barcelona va camino de tener el triste récord de ser el tercero en número de fallecidos tras los atentados del 11M en Madrid y el atentado de Hipercor, también en la ciudad de Barcelona, sin embargo es el segundo en número de heridos.
Este atentado pone de manifiesto que pese al magnifico trabajo de los servicios de información de las FF. y CC. de Seguridad es cuestión de tiempo que suframos atentados en suelo español.
Lo que sorprende de este caso es la cantidad de personas integradas en la célula terrorista, hasta ahora se han contabilizado doce miembros, cosa que contrasta con la tendencia de ISIS de que sus seguidores actúen en solitario para evitar la detección por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Por otro lado también sorprende la juventud de los componentes de esta célula, alguno de ellos es menor de edad, tenia 17 años y, sorprende la rapidez de su proceso de radicalización.
En este caso, como en cada vez más ocasiones, los terroristas son personas que han residido en Europa prácticamente toda su vida, en este caso casi todos los implicados son nacidos en España, emigrantes de segunda generación, el mismo colectivo que quienes ocasionaron los disturbios de Paris de octubre de 2005.
Por otra parte, el hecho de que la célula terrorista pudiera estar dirigida por el imán de la mezquita de Ripoll, y que ahora se descubra que esta persona fuese el reclutador de varios terroristas del 11M, que tambien entrenase a varios miembros de Al Qaeda que acabaron inmolándose en Irak sin que las autoridades se hubiesen percatado de que se dedicaba a adoctrinar jóvenes terroristas, creo que se puede considerar un fallo grave.
No es la primera vez que utilizo este blog para alertar de que el verdadero peligro no reside en las grandes mezquitas de las capitales de provincia, regidas por miembros del Consejo conocidos por los servicios de información, sino en pequeños locales situados, ocultos de “miradas indiscretas” en alguno de los más de ocho mil núcleos de población de menos de veinte mil habitantes de la geografía española, en los cuales se alquilan locales para utilizarlos como mezquita, lejos del control de los servicios de seguridad, en donde cualquier imán se siente seguro para lanzar soflamas radicales a sus fieles.
Hay que recordar que en este caso el radicalismo se ha producido en una población relativamente pequeña, que tenían su base de operaciones en una casa ocupada en una población pequeña, Alcanar (Tarragona), pero también es necesario recordar que los terroristas que realizaron el atentado del 11M en Madrid tenían su lugar de reunión en una casa aislada de otra población no muy grande Morata de Tajuña (Madrid).
Es perentorio que la Guardia Civil y las policías locales reciba formación e instrucciones para que estén atentos y sepan detectar este tipo de locales de culto, auténticos focos de radicalismo islamista.