El 29 de marzo de 1975 y cuando el Subinspector de Policia José Diaz Linares salia de su domicilio de San Sebastian (Guipúzcoa) para dirigirse a su trabajo, seis nacionalistas de ETA armados con metralletas dispararon sobre él hasta que lo mataron sin darle posibilidad alguna para defenderse.
La cobardia del nacionalismo vasco: Seis etarras armados con metralletas para matar a un solo hombre desprevenido.
La esposa del policia fue la primera que vio desde la ventana de su casa el cuerpo de su marido tirado en el suelo y empapado en sangre, y tras bajar a la calle permaneció abrazada a él hasta que una ambulancia se lo llevó.
José Diaz tenia treinta años, era natural de Taboada (Lugo) y tenia una hija de
dos años