En los tratados de Derecho Procesal que se enseñan en nuestras Universidades, se echa en falta un estudio sobre algo tan importante y de tanta trascendencia en el seno mismo del proceso cual es el Atestado Policial. Esto es asi, dado que aquellos textos van dirigidos al futuro licenciado en Derecho, para el que el atestado pudiera parecer irrelevante en origen.
El presente libro, sin dejar de mirar al proceso al cual el atestado sirve -de ahi su titulo-, pretende colmar esa laguna. Asi, desde una
óptica eminentemente pedagógica, se tratan con la profundidad suficiente los temas mas significativos en la confección de unas buenas diligencias de prevención, en la idea de elaborar un compendio -lo mas completo posible-, de las actuaciones mas frecuentes que puede desarrollar la Policia Judicial en su quehacer diario.
Libro que de entrada, ha sido escrito en la inteligencia de servir de ayuda y apoyo a todas las unidades de Policia judicial, a las que la sociedad va a reclamar la necesaria cualificación, la preparación juridica idónea, para afrontar con garantias de éxito el mandato primero, su razón de ser como cuerpo de seguridad: la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y, la garantia de la seguridad ciudadana; y es precisamente en este punto, en el que el atestado policial cobra una especial relevancia.
De nada sirve el trabajo de las mejores unidades operativas si después no se refleja con la propiedad y garantias adjetivas y sustantivas necesarias en el pertinente atestado. De nada sirve un procedimiento penal cargado de plazos, garantias, pretensiones, cuestiones, incidentes y demas tramites, si la actuación fue viciada de nulidad en origen en sede policial por culpa de un incorrecto atestado.
í‰se es el primer objetivo que persigue este estudio. El deseo de conseguir que al menos por la propia Policia judicial, se destierre la equivoca concepción del atestado como simple denuncia y nada mas que como denuncia. El atestado puede, debe, y de facto se alza, por encima de tan limitada naturaleza. Junto a este primer hito, la obra aspira a otro no menos ambicioso: la calidad; y la CALIDAD con mayúsculas. Estan en juego derechos fundamentales de terceros; derechos que se pueden limitar en virtud de la llamada potestad policial y, no se puede acometer tal tarea sin un conocimiento serio y profundo de la normativa, de los incesantes cambios que constantemente va introduciendo la jurisprudencia y, como no, de los tan necesarios principios, tanto de lógica juridica como de simple y sencillo sentido común.