El guardia civil Alberto Villena Castilla, natural de la ciudad de Granada, de 27 años de edad, casado y padre de una hija de dos años.
Cuando paseaba sobre las nueve horas y treinta minutos de la noche del sabado 14 de octubre de 1978, por el puerto de la localidad vizcaina de Lequeitio (muy cerca del Puesto de Especialistas Fiscales), fue ametrallado desde un vehiculo en marcha (que previamente habia sido robado a punta de pistola), por individuos de la banda terrorista ETA.
Alcanzado en el pecho, fue trasladado inmediatamente al Cuartel de la Guardia Civil, donde recibió los primeros auxilios y posteriormente a un centro sanitario de Bilbao donde ingreso cadaver.
Unos dias después, el 16 de octubre, en un breve comunicado hecho llegar a distintos medios de comunicación ETA reivindicaba el atentado afirmando: «Ya no basta con gritar que se vayan». En dicho comunicado explicaba que su lucha armada se dirigia a complementar, de una forma organizada, la movilización popular.