El guardia civil Manuel López Fernandez, natural de la localidad de Malaga, de 22 años de edad, soltero, fue asesinado junto a su compañero, en la Estación de RENFE de la localidad fronteriza de Irun, en Guipúzcoa.
A las ocho menos cuarto de la mañana del miércoles 29 de diciembre de 1982, cuando las victimas realizaban labores de inspección de los vagones de un tren de mercancias, a punto de partir para Hendaya, tras haber cumplimentado los tramites de aduana; varios individuos de ETA, les dispararon con metralletas desde un subterraneo próximo al anden número 6. Tras escucharse los disparos, se sucedieron escenas de panico en la estación, entre los numerosos viajeros que transitaban o permanecian en los andenes, muchos de ellos se arrojaron al suelo, otros se precipitaron hacia la salida. Todo lo cual facilitó la huida de los agresores. Que escaparon mezclandose entre la gente, que despavorida salia del recinto. Una vez en el exterior, subieron a un vehiculo (Ford Escort, matricula SS 8022 O) a cuyo volante les aguardaba otro terrorista, continuando la huida con rumbo desconocido. Este habia sido robado, una hora antes por dos individuos, que pistola en mano amenazaron a su propietario, diciendo ser de ETA.
En el momento de producirse los disparos los Guardias se hallaban separados unos diez metros el uno del otro, siendo Juan Garcia Mencia, quien se encontraba a menor distancia de los agresores. Se desplomó, ya sin vida, en el andén, alcanzado por tres impactos en la cabeza. Manuel López Fernandez, recibió tres disparos en el pecho y cayó gravemente herido entre la via y el andén. Siendo atendido en un primer momento por sus compañeros, presentes en la estación irunesa, posteriormente un joven con conocimientos en socorrismo le auxilio hasta que fue trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aranzazu de San Sebastian, falleciendo cinco minutos después de su ingreso, cuando los médicos iban a iniciar una delicada operación quirúrgica