criminologo

Hace unos días la criminóloga Zori García realizaba una encuesta en el grupo criminolog@s de Facebook, al cual invito a acudir a todos los profesionales que tenéis perfil en esta red social para debatir «¿Qué proyectos deberíamos realizar hoy en día y que serían buen reclamo como promoción de los criminólogos?»

Por supuesto opiniones podemos poner para todos los gustos sin embargo la encuesta se centraba en escoger entre cuatro respuestas.

– Prevención escolar (bulling) =9

– Enfocados al diseño urbano =9

– Perfilación criminal para la resolución de casos =6

– Intervención en zonas rurales =4

Lo primero que me sorprendió es la cantidad de votos recibidos en cada una de las opciones, bien es cierto que la publicación tiene en estos momentos cuatro días, los votos de cada una de las opciones están puestos al lado de cada una de ellas.

Para empezar diría que el tipo de delincuencia existente en cada país es diferente y en España la delincuencia es similar a otros de entorno mediterráneo como Italia o Grecia, algo que en alguna ocasión he oído denominar como “latina o mediterránea” una de las mejores formas de definirla es la que en una de las primeras charlas a las que acudí Manuel Javier Peña Echevarría me dijo «En España se mata poco y de manera agitanada» refiriéndose a que los asesinatos y crímenes que causan zozobra en la sociedad española lo eran producto del arrebato y la sangre caliente y añadía, ni en los peores tiempos de Inquisición se ha matado en España como en otros países, los casi 15.000 casos de la Inquisición, todos perfectamente documentados quedan muy lejos de los 200.000 muertos en Estados Unidos en la época de la exterminación de los indios por poner un ejemplo.

Cuando al Profesor Curiel López de Arcaute le dije que series como CSI habían hecho un daño inimaginable a la profesión de criminólogo, me dijo «la necesidad del criminólogo está ahí, está creada, ha llegado el momento de que hace ver al ciudadano que el criminólogo no es lo que dicen las películas, es necesario que vean que los criminólogos le son útiles en su vida diaria, en la solución de sus problemas.

La manera de realizar lo anterior es realizando un trabajo cercano, colaborando en todos los ámbitos que pueden llevar a la solución de esos conflictos que diariamente tienen los ciudadanos.

Pienso que lo que tienen que hacer ahora los criminólogos es hacer llegar a la sociedad que son necesarios, para conseguir eso hace falta hacerse visibles, demostrando que pueden hacer algo por esa sociedad y al mismo tiempo conseguir que su trabajo sea respetado tanto por su utilidad como por su viabilidad en el futuro.

Cada día aparecen mensajes en todos los medios de comunicación en los que diferentes personalidades del mundo de la política, la justicia y los servicios sociales alertan de la alarmante subida de los delitos cometidos desde internet, desde las redes sociales y para solventar ese problema si pueden hacer un gran trabajo los criminólogos, en las escuelas, en los institutos, en las asociaciones de vecinos. El estudio de los delitos en la red y su relación con las interactuaciones personales entre jóvenes y no tan jóvenes así, como otras formas de violencia que sirvan para educar a la juventud, creo que sí tendría futuro.

Sobre el diseño urbano, es cierto que es un campo relativamente nuevo pero no estoy seguro de que este campo pueda absorber laboralmente a muchos de los criminólogos, muy pocos de los arquitectos y diseñadores de nuestras ciudades de este país acude a estudiar los aspectos que de sus construcciones puedan afectar a la criminalidad del lugar, sobre todo si no son obligados de forma legal a realizar dicho estudio, y eso que tengo en mente al psicólogo ambientalista Canter el cual antes de empezar a realizar su estudio sobre los perfiles criminológicos geográficos realizo varios trabajos en esta campo.

En España salvo los grandes delitos referidos a crimen organizado, drogas y terrorismo, las investigaciones largas, de varios meses con un solo caso quedan reducidas a su mínima expresión y las detenciones se producen fruto de horas de espera y porque no decirlo, de la casualidad. El porcentaje más alto de detenidos por delitos contra el patrimonio lo es, in fraganti, incluso un porcentaje muy elevado de los detenidos por delitos cometidos contra las personas lo es también en el momento de cometer el hecho o en el trascurso de las ocho horas siguientes a la comisión del hecho delictivo.

Sin embargo la intervención en zonas rurales, si la veo con futuro, España es un país con un total de 8.114 poblaciones de las que 7.715 tienen menos de veinte mil habitantes. Son poblaciones con una idiosincrasia propia, con una tipología de delitos muy particular, donde la gente se conoce por su nombre, por su apodo y se sabe cuáles son las andanzas de lo que yo llamo «próximos a la delincuencia».

Es en estas zonas rurales donde se dan paradojas muy notables debido a la propia endogamia de la población, donde una pareja se separa y se entera todo el pueblo, donde una vez que se detiene a un individuo este queda «marcado» para siempre y su reinsercion se hace poco menos que imposible.

Son lugares donde sucede una violencia de género y una orden de alejamiento de doscientos metros pone al agresor más allá de los límites del pueblo y, lo que resulta todavía peor, los habitantes del lugar toman partido por víctima o agresor llegando al caso de que víctimas de estos hechos tengan que abandonar la población que les vio nacer.

La presión social ante cualquier hecho que se salga de lo cotidiano es enorme y ahí sí creo que el trabajo de los criminólogos no es que tenga mucho por hacer es que ni siquiera ha comenzado.

Entiendo que algunas de las cosas que digo son como un muro para convencer a algunas personas de que hagan la carrera de criminología pero, si creo que lo que se pretende es ayudar a la sociedad, bajando los índices de delincuencia al mismo tiempo que esta nueva profesión desembarca en el mercado laboral bastante escaso en la España que nos ha tocado vivir.